jueves, 21 de abril de 2011

Desastre…… ¿natural?
Ensayo

El terremoto de grado 9 ocurrido el pasado viernes en Japón fue el principio de una cadena de desastres.

El tsunami subsecuente que ocurrió a unos 130 kilómetros de la costa  de Japón con olas de hasta 10 metros, causo una devastación que horroriza al mundo, conforme la onda expansiva atravesaba el pacifico, a otras latitudes, como California, Perú, y la costa de Chile, recibieron gran parte de la onda.

Propagación de la energía del sismo de Japón en el pacifico.

Terremoto y olas causaron daños graves a varias de las  plantas nucleares en Japón. En Fukushima se produjo una explosión que lidero gases radiactivos a la atmosfera. Y el riesgo de una liberación masiva de material nuclear era alto. Japón está en una zona sísmica; un tsunami después de un terremoto marino tampoco es nada excepcional. ¿No tomaron los ingenieros nucleares en Japón las medidas adecuadas?

Si lo hicieron. Pero los eventos superaron todas las expectativas. Un reactor nuclear consta de barras de combustible radiactivo uranio o Plutón que sufren una reacción controlada de fisión a altísima temperatura, que hace hervir agua la cual se aprovecha para crear energía eléctrica. Ante el terremoto, un sistema automático paro la reacción nuclear introduciendo totalmente las barras controladoras de cadmio  u otro material que absorbe los neutrones y detiene la reacción en cadena. Pero el núcleo radiactivo de reactor sigue caliente,  y necesita un bombeo constante de agua durante días parar enfriarse totalmente.  En Fukushima el temblor combinado con el tsunami corto la energía eléctrica que alimenta las bombas de agua y daño las plantas de emergencia. Los reactores quedaron en riesgo de sobre calentarse y fundirse con lo que el material radiactivo podría atravesar la pared de acero  del reactor y la doble capa de hormigón que lo protege, quedando expuesto y generan do una contaminación desastrosa, como ocurrió en Chenobil en 1986.

Los técnicos japonesa lograron bombear agua de mar para enfriar los núcleos, aun cuando esto dejo inservibles los reactores. Pero si hubo escape de radiación debido a la explosión de gas hidrogeno acumulado por la corrosión acelerad que sufrió uno delos reactores. Por ello las autoridades de salud japonesa toman ya medidas para radiación los daños por la radiación en la población.

Reactores nucleares en Japón

Investigación

El terremoto más grande en los registros de Japón desactivó la refrigeración de apoyo de varios reactores afectados en una planta nuclear en la prefectura de Fukushima al norte de Tokio, lo que causó una acumulación de calor y presión. ¿Qué pasa ahora en el núcleo de los reactores nucleares?

El núcleo de un reactor consiste en una serie de tubos o varillas metálicas de circonio que contienen pellets de combustible de uranio almacenado en los que ingenieros llaman equipos de combustible.

Se bombea agua entre las varillas para mantenerlas frescas y para crear el vapor que impulsa una turbina generadora de electricidad.

La refrigeración de apoyo tuvo problemas varias veces durante los últimos tres días en los reactores 1, 2 y 3 en la planta de Fukushima.

En el funcionamiento normal de un reactor, neutrones de energía alta del combustible de uranio golpean átomos y los rompen, en una reacción en cadena que genera calor, nuevos elementos radiactivos como estroncio y cesio, y nuevos neutrones que continúan el proceso.

La reacción en cadena se detuvo a pocos segundos del terremoto en todos los reactores nucleares en Japón, inclusive los más afectados, ya que se apagan automáticamente: barras de control hechas de boro se insertaron en el combustible, que absorbieron los neutrones.

Sin embargo la degradación natural de los materiales radiactivos en el núcleo del reactor continúa produciendo calor, llamado calor residual, que cae a un cuarto de su nivel original durante la primera hora, y luego desaparece más lentamente.

Normalmente ese calor es eliminado por bombas de refrigeración que en la planta de Fukushima perdieron el suministro de energía de emergencia a causa del terremoto, el tsunami o ambos.

Trabajadores de emergencia intentan refrigerar los núcleos del interior de los reactores y remover el calor residual con el bombeo de agua de mar al interior de estos. Agregaron ácido bórico al agua de mar para intentar detener las reacciones nucleares aún más, como medida adicional de precaución.

La refrigeración de los reactores es importante porque aunque se hayan detenido las reacciones en cadena, aún queda suficiente calor para fundir las varillas metálicas que rodean el combustible de uranio. Si estas se calientan lo suficiente, reaccionan químicamente con el agua que las rodea, lo que produce un gas de hidrógeno explosivo.

Fue ese gas de hidrógeno lo que causó las dos explosiones en la planta de Fukushima, en la unidad 1 el sábado y en el reactor 3 el lunes, según expertos y funcionarios.
Que diferencia con lo ocurrido en Chernóbil
La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón decidió este martes elevar la gravedad del accidente nuclear de Fukushima de 5 a 7, el máximo en la Escala Internacional Nuclear y de Sucesos Radiológicos (INES), equiparándolo con el ocurrido en Chernóbil en 1986, que hasta ahora era el único caso de accidente grave.
El 26 de abril de 1986 se decretó el nivel de alerta 7 tras la explosión del reactor número 4 de la central de Chernóbil, en Ucrania (que entonces pertenecía a la URSS). Esta es la principal diferencia entre el accidente de Chernóbil y el de Fukushima. En Japón todavía no se ha dado el caso de una explosión de ese calibre en el núcleo de un reactor nuclear.
Francisco Calviño, experto en energía nuclear, descartaba que en Japón pudiera ocurrir algo similar a Chernóbil y aclaraba la principal diferencia en un encuentro digital en 20minutos.es: “Chernóbil sufrió una gran explosión incontrolada con el reactor prácticamente en marcha”.
Además, fue el propio equipo que operaba en la central ucraniana el que causó (de manera no intencionada) el desastre, mientras que en Japón, un fuerte terremoto de 9 de magnitud en la escala Richter dejó sin suministro eléctrico a Fukushima y el posterior tsunami dañó los generadores diesel que suministran energía eléctrica a la central cuando esta deja de recibirla del exterior. Esto desencadenó en una serie de explosiones de hidrógeno que afectaron a la estructura exterior de los reactores, pero que según el portavoz de la Agencia de Seguridad nipona no han llegado a destruir totalmente a los núcleos, aunque no descartan filtraciones desde las vasijas de contención.
En Chernóbil la explosión del reactor se produjo cuando estaba en pleno funcionamiento, mientras que en Fukushima las unidades 1, 2 y 3 se detuvieron inmediatamente después del terremoto de hace poco más de un mes.
Rosa Alvarado Eufracio  3Av






 






martes, 19 de abril de 2011

Los productos milagro
Ensayo

Prometen curar casi todo, pero no hay pruebas científicas que los respalden.

Según la comisión federal para la protección contra riesgos sanitarios (COFEPRIS) de la secretaria de salud (SS), los productos o servicios milagro, de los que ha identificado más de 250 en México,

Están mal calificados: sus fabricantes suelen registrarlos (en el mejor de los caso, pues casi siempre se omite este tyrami9te) como artículos cosméticos o suplementos alimenticios cuando en realidad cuando en realidad son otra cosa.

Los productos milagro pueden clasificarse como suplementos alimenticios, dietéticos, remedios y medicamentos herbolarios y fármacos homeopáticos.

¿Qué daños pueden causarte los productos milagro?

El daño económico de comprar algo que no sirve para nada. Pero usarlo conlleva distintos niveles de riesgo sanitario: el de autorrecetarse y el de abandonar tratamientos médicos eficaces dietas saludables para sustituirlos por el producto milagro, que puede enmascarar los síntomas y síntomas de trastornos graves que ameritan atención médica inmediata.

El consumo es responsabilidad de quien lo recomienda y quien los usa.

El problema es que no existen metodología analíticas establecidas para determinar o cuantificarlos principios activos de los ingredientes en todos esos productos, ni se cuenta con evidencia de los riesgos asociados.

Los médicos por su parte deben favorecer el uso de tratamientos probados y eliminar aquellos que son peligrosos.

¿Te has fijado en los comerciales o anuncios publicitarios que prometen bajar de peso con poco o ningún esfuerzo? Muchas empresas intentan vender batidos, pastillas o máquinas de ejercicio que supuestamente logran una barriga más plana, unos músculos más definidos o una mejor figura. ¿No crees que si estos remedios milagrosos fueran eficaces todos luciríamos un cuerpo esbelto?
Investigación
En primer lugar, si el producto parece demasiado bueno para ser verdad, posiblemente no lo sea. No existe una pastilla mágica que pueda desintegrar la grasa de nuestro cuerpo y no existe ningún aparato de ejercicio que pueda tonificar nuestro cuerpo sin tener que realizar algún esfuerzo. Es preciso analizar con ojo crítico estas afirmaciones y evaluar qué tan reales puedan ser. Asimismo, es necesario leer con detenimiento el texto que aparece en letras pequeñas. Esos resultados tan maravillosos que se anuncian deben basarse en algo más que sólo en el uso del aparato para hacer ejercicios. Si te detienes a leer las letras pequeñas posiblemente dirá que: “para obtener mejores resultados debes combinar el uso de este producto con una dieta y un programa de ejercicios,” lo que indica que lo que hace la diferencia no es el producto sino la dieta y un cambio de actividad. Las letras pequeñas también pueden decir: “los resultados pueden variar”, de manera que no te garantizan que perderás tanto peso como la persona del anuncio porque esa persona es la excepción y no la regla.

Propuesta

Muchos productos utilizan fotos de antes y después como testimonio, pero lo curioso es que los resultados pueden variar y lo que le resultó eficaz a esas personas puede que no te funcione a ti. Además, los modelos utilizados en los comerciales de esos productos son por lo general modelos reales. Las mujeres y los hombres que se ven en un comercial o anuncio publicitario seguramente no han logrado las figuras que lucen con el equipo que anuncian.

De igual forma, tienes que tener cuidado con las aprobaciones de los expertos. A estos llamados “expertos” generalmente se les paga para avalar las afirmaciones de los informes y, a menudo, utilizan una especie de “ciencia barata” para burlarnos con resultados de estudios falsos. La “ciencia barata” consiste en obtener resultados de estudios tergiversados y que no han sido realizados de manera independiente para cumplir con todos los criterios de un estudio más riguroso y científico.

Si te interesa un aparato de ejercicios, asegúrate de poder probarlo antes de comprarlo. Sin embargo, esto puede resultar imposible cuando se ordena algún producto por televisión. La compañía afirmará cosas como “satisfacción garantizada o te devolveremos tu dinero” o “pruébelo sin costo alguno por 30 días”, pero lo que no te dicen es que lo más seguro tendrás que correr de todas maneras con los costos de envío y manejo si decides devolverlo, los cuales pueden oscilar entre los $50 y los $100 (USD).


Rosa Alvarado Eufracio